Ansiedad
Ansiedad vs. Coronavirus: Cómo reconocer la diferencia
La similitud entre los síntomas podría generar más pánico.
6 de mayo de 2020 Revisado por Lybi Ma
Mucha gente sufre diariamente de ansiedad. Y ahora que el público en general está experimentando ansiedad a causa del COVID-19, aquellos que regularmente padecen de ansiedad pueden llegar a sentir que las cosas están en un nuevo nivel de pánico que tal vez incluso resulta en una lista de síntomas muy similares a los del coronavirus (por ejemplo, dificultad para respirar, temblores, sudoración en exceso, etc.). Muchas personas que experimentan ataques de pánico y ansiedad tienden a sentir que se están muriendo cuando en realidad no es así. Esto es especialmente cierto para aquellas personas que todavía no están familiarizadas con los síntomas de ansiedad.
Es importante reconocer la diferencia entre la ansiedad y el virus para no correr al hospital pensando que hemos contraído el virus cuando lo que tenemos es ansiedad. Aunque hay similitudes, también hay importantes diferencias entre los dos conjuntos de síntomas que debemos tener siempre en cuenta.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad, y cómo son diferentes a los síntomas de coronavirus?
Aunque los síntomas de ansiedad suelen ser distintos para cada individuo que la padece, hay una experiencia común asociada con la ansiedad: terror y miedos irracionales. Si alguien ha estado particularmente estresado y preocupado por el virus pensando en un futuro aterrador, probablemente es una indicación de que está experimentando una ansiedad más intensa de lo usual. Eso puede hacer que el cuerpo funcione a marchas forzadas y presente algunos síntomas inusuales que tal vez no reconozca. Algunos de los síntomas más comunes de la ansiedad incluyen:
- Sensación de pánico, miedo y nervios
- Pensamientos obsesivos incontrolables
- Pensamientos constantes o "flashbacks" de eventos traumáticos
- Comportamientos rituales irracionales
- Sudoración excesiva o adormecimiento de manos o pies
- Dificultad para respirar, hiperventilación
- Dolor en el pecho o palpitaciones del corazón
- Boca seca, náusea, mareo
- Incapacidad para estar quietos y tranquilos
- Sentirse inquieto, alterado o al límite
- Fatigarse fácilmente
- Dificultad para concentrarse; la mente se pone en blanco
- Estar irritable
- Tensión muscular
- Dificultad para controlar los sentimientos de preocupación
- Problemas para dormir, como dificultades para quedarse dormidos o permanecer dormidos, sueño inquieto o no satisfactorio
- Diarrea o colon irritable
En cuanto a los síntomas de COVID-19, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades indican que la gente con el virus exhibe tres síntomas principales:
- Fiebre
- Dificultad para respirar
- Tos seca
Y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), otros síntomas menos comunes del coronavirus incluyen: dolores y padecimientos, congestión nasal, nariz que moquea, garganta irritada o diarrea.
¿Cuál es la principal diferencia entre los síntomas de coronavirus y los de ansiedad?
El coronavirus puede causar fiebre; y aunque en algunos casos la ansiedad puede causar una fiebre, es muy raro. La gente con COVID-19 usualmente tiene fiebre además de tos y dificultad para respirar; como la ansiedad no causa tos, es otra distinción clave entre los dos.
Otra distinción importante es que el coronavirus puede ocasionar estornudos y mocos pero la ansiedad no. Además, cuando una persona experimenta un ataque de pánico, que incluye dificultades para respirar, usualmente dura solamente de 20 a 30 minutos, llegando a su punto máximo después de 10 minutos más o menos. Alguien con coronavirus que tiene dificultades para respirar estará así por un periodo mayor de tiempo, además de mostrar otros síntomas similares a los de la gripe.
Es importante recordar que es normal sentirnos ansiosos en tiempos como estos y que nuestros cuerpos reaccionan de maneras muy impredecibles ante circunstancias tan estresantes. Antes de apresurarnos a la conclusión de que tenemos el virus, tomemos un momento para evaluar si presentamos todos los síntomas. Practiquemos ejercicios de respiración profunda y encontremos maneras de tranquilizarnos. Tal vez eso ayude. Si alguien presenta angustia extrema o siente que no puede respirar profundamente, debe contactar a un profesional médico.
Con una aflicción respiratoria aguda, respirar profundamente para tranquilizar y aliviar nuestros sentimientos de ansiedad no sería posible. Hay una gran diferencia entre hiperventilar por ansiedad y las dificultades respiratorias que usualmente es fácil de detectar. Si existen dudas de lo que podría ocasionar la falta de aire, es mejor llamar a un médico antes de acudir al hospital. Los doctores recomiendan que evitemos exponernos y que la gente obtenga el cuidado adecuado.
A version of this article originally appeared in English.