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Verificado por Psychology Today

Felicidad

3 Cosas que haces cada día que te están haciendo miserable

Tres hábitos que silenciosamente minan tu alegría y cómo cambiarlos.

Los puntos clave

  • Cuando pasas por alto lo bueno de tu vida, te robas momentos que podrían anclarte en la alegría.
  • Al enforcarte en lo que otros tienen, magnificas tus inseguridades e ignoras tus fortalezas y logros únicos.
  • Divide las metas grandes en pasos más pequeños y manejables.

¿Alguna vez te has preguntado por qué la felicidad se siente fuera de tu alcance, sin importar cuánto lo intentes? Puede que no se trate de lo que falta en tu vida, sino de lo que estás haciendo sin saberlo para sabotearla.

Todos los días, hábitos sutiles se infiltran en nuestras rutinas, erosionando nuestra alegría sin que nos demos cuenta. Estos comportamientos se sienten inofensivos, incluso esperados, pero agotan silenciosamente nuestra energía, autoestima y sensación de realización. ¿Las buenas noticias? Una vez que reconozcas estos hábitos, puedes reemplazarlos por otros que te permitan recuperar tu felicidad. Descubramos los tres culpables más comunes y cómo detenerlos.

1. Hacer comparaciones negativas con los demás

Cada vez que Serena se desplaza por las redes sociales, se forma un hoyo familiar en su estómago. Serena se siente inadecuada, ya sean las fotos de vacaciones de su compañera de trabajo, el anuncio de promoción de su amiga de la universidad o incluso la configuración aparentemente perfecta del café matutino de un extraño. Ella se pregunta: "¿Por qué no tengo una vida así?”

Este hábito, conocido como comparación social, es un ladrón de alegría. Cuando te enfocas en lo que otros tienen que tú no tienes, magnificas tus inseguridades e ignoras tus fortalezas y logros únicos. Las redes sociales, en particular, crean un carrete destacado que no muestra las realidades desordenadas detrás de esas publicaciones seleccionadas.

Consejo: Limita tu consumo de redes sociales o tómate un descanso por completo. Cuando sientas la necesidad de comparar, recuérdate tus logros. Escribe tres cosas de las que estés orgulloso cada día, sin importar lo pequeñas que parezcan. La gratitud por tu viaje puede ayudarte a cambiar tu mentalidad de comparación a apreciación.

2. No practicar la gratitud

Las mañanas de Jamal comienzan con prisa. Ya está estresado por las reuniones y los plazos mientras toma su café y se dirige a la puerta. Cuando llega a casa, está demasiado agotado para reflexionar sobre el día. Se cae a la cama pensando en lo que salió mal o en lo que aún queda por hacer.

¿Te suena familiar? Cuando pasas por alto lo bueno de tu vida, te robas momentos que podrían anclarte en la alegría. La investigación muestra que las personas que practican activamente la gratitud experimentan mayor felicidad, menos estrés y mejor salud. La gratitud no se trata de ignorar las luchas; se trata de darte cuenta de las pequeñas cosas que hacen que la vida sea más brillante.

Consejo: Comienza o termina tu día con un diario de gratitud. Escribe tres cosas por las que estés agradecido: la forma en que la luz del sol incide en la mesa de la cocina, una palabra amable de un colega o incluso una buena taza de café. Con el tiempo, esta práctica reconecta tu cerebro para que te concentres en lo positivo.

3. Procrastinar en lo que realmente importa

Lila tiene grandes sueños: escribir un libro, viajar a un país que siempre quiso visitar y comenzar un negocio secundario. Pero cada día, esos sueños pasan a segundo plano ante cosas que parecen urgentes pero sin importancia: responder correos electrónicos interminables, ver TV en exceso y desplazarse por las noticias.

Esta forma de procrastinación no solo retrasa tus metas; agota tu sentido de propósito y satisfacción. Te dices a ti mismo que tus sueños no son una prioridad cuando pospones lo que más importa. Con el tiempo, este hábito crea una sensación de insatisfacción que pesa mucho en tu felicidad.

Consejo: Identifica una tarea u objetivo significativo cada día y dedícale 20 minutos. Divide las metas grandes en pasos más pequeños y manejables. A medida que progreses, sentirás una sensación de logro e impulso que te levantará el ánimo y te mantendrá enfocado.

Desarrolla una rutina diaria más feliz

La felicidad no es solo una emoción fugaz; a menudo es un reflejo de los hábitos que cultivas. Como Serena, Jamal y Lila, podrías sabotear tu alegría sin darte cuenta. Pero con algunos cambios conscientes, puedes liberarte de estos patrones.

Recuerda:

  • Deja de compararte con los demás y celebra tu viaje único.
  • Practica la gratitud para reconocer y saborear lo bueno en tu vida.
  • Concéntrate en lo que más importa y da pasos pequeños y consistentes hacia tus sueños.

La felicidad no se trata de alcanzar la perfección; se trata de dejar espacio para la alegría en los momentos cotidianos. Comienza hoy. Tu yo futuro te lo agradecerá.

A version of this article originally appeared in English.

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Acerca de
Jeffrey Bernstein Ph.D.

El Dr. Jeffrey Bernstein, es psicólogo y autor de siete libros, entre ellos 10 Days to a Less Defiant Child.

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