Microbioma: ¿un nuevo criterio para elegir pareja?

Los humanos son una especie social. Ser sociable no solo ha permitido a la raza humana sobrevivir en el mundo, sino también prosperar durante millones de años. A través de las conexiones sociales, la sociedad en la que nacemos y vivimos puede definir nuestra identidad personal, al tiempo que influye en nuestro bienestar fisiológico y mental.

Hay billones de microbios, hongos, virus y arqueas en diferentes sitios del cuerpo humano que interactúan con su huésped en una relación simbiótica. Tienen efectos fisiológicos y fisiopatológicos en el cuerpo humano y el estado psicológico. Habitan en la piel, la boca y el intestino humanos. La composición de este microbioma difiere entre los individuos. Varios factores determinan la composición del microbioma en el cuerpo humano. La composición de la microbiota intestinal está formada por la dieta, la edad, el sistema inmunitario y las características genéticas del huésped.

Se ha demostrado que las variaciones genéticas del huésped desempeñan un papel central en la configuración del microbioma. Estas variaciones genéticas, por ejemplo, en las células del sistema inmunitario tienen un papel central en la composición del microbioma. Algunos estudios han demostrado que los ratones con la manipulación de ciertos genes inmunes experimentan cambios significativos en su comunidad de microbiomas.

Las personas que viven con nosotros influyen en nuestra comunidad de microbiomas.

Curiosamente, las personas que viven con nosotros o están relativamente cerca de nosotros también afectan la forma de nuestro intestino, piel y microbiomas orales. Esto significa que las personas con las que vivimos, incluidos familiares, amigos e incluso vecinos, pueden tener una marcada influencia en la composición de nuestro microbioma. Los estudios han demostrado que los miembros de la familia tienden a tener comunidades de microbiomas similares. El microbioma tiene un impacto significativo en el funcionamiento de los sistemas corporales, como el sistema inmunológico y la cognición cerebral. Por lo tanto, las enfermedades asociadas con la disfunción del microbioma, incluida la obesidad, la diabetes tipo 2 y los trastornos cognitivos, podrían verse influenciadas por los microbiomas de quienes nos rodean.

En el embarazo, el microbioma de la madre influye en la microbiota intestinal del bebé, ayudando en la digestión de los alimentos, la producción de metabolitos y la maduración del sistema inmunológico del niño. Los elementos genéticos del microbioma de la madre forman la microbiota intestinal del bebé y producen metabolitos especiales en el sistema digestivo del bebé. El embarazo también altera la composición del microbioma en las madres y, posteriormente, afecta su salud metabólica. El estudio también mostró que la alimentación con fórmula sintética o leche materna afecta el microbioma del bebé.

El microbioma de las parejas que viven juntas tiende a tener similitudes, especialmente en términos de las cepas microbianas que se encuentran en su piel. Se ha observado que los microbiomas de la piel de las parejas que cohabitan tienen un mayor grado de similitud microbiana en comparación con individuos no relacionados. Esto sugiere que la convivencia y el hecho de compartir el mismo entorno pueden influir en la composición del microbioma de la piel. Las implicaciones potenciales de estos hallazgos son el papel de las comunidades microbianas compartidas en el mantenimiento de la salud de la piel y la contribución a las enfermedades de la piel.

Después de la microbiota intestinal, la cavidad bucal tiene la comunidad de microbiomas más grande, incluidas bacterias, hongos y virus. Los besos íntimos pueden influir en la composición de la microbiota oral, lo que resulta en la presencia de cepas microbianas similares en la pareja. Las parejas que se besan con frecuencia tienen un mayor grado de similitud en su microbiota salival. Estos hallazgos demuestran la importancia del contacto cercano en la propagación de bacterias dañinas y el potencial del tratamiento con probióticos para mejorar la salud bucal.

La transmisión de microbiomas entre personas puede tener graves consecuencias.

Las noticias sobre los maravillosos roles de los microbios en nuestro cuerpo se están extendiendo rápidamente entre las comunidades académicas y el público. Si el papel del microbioma en la salud y las enfermedades no se ha sobreestimado, los hallazgos sobre la transmisión de estos microbios entre individuos que viven en proximidad tienen implicaciones significativas. Por ejemplo, algunas enfermedades que anteriormente no se consideraban transmisibles ahora se han considerado al menos parcialmente transmisibles, como la diabetes o la enfermedad inflamatoria intestinal. Dado que se ha sugerido que la microbiota influye en nuestras decisiones y deseos, como el comportamiento de selección de alimentos, una persona que ama la comida rápida puede afectar los deseos alimenticios de su pareja. Teniendo en cuenta el papel de los microbios en el metabolismo y la nutrición, no debería estar lejos de nuestras mentes que las personas que nos rodean pueden afectar nuestra salud metabólica e incluso contribuir a la obesidad.

El eje intestino-cerebro es un tema candente de la investigación científica y las noticias de los medios. Los hallazgos de estos estudios sugieren que la composición de estos microbios influye en nuestros estados de ánimo, pensamientos, decisiones y comportamientos. La transmisión potencial del microbioma entre individuos que viven juntos propone que las similitudes en los microbios pueden resultar en similitudes en las creencias, los procesos de toma de decisiones y los comportamientos. Esto se suma a los pensamientos y comportamientos que aprendemos directamente de las personas que nos rodean. Aunque, en la actualidad, es una exageración afirmar que las similitudes y la dependencia de una pareja que cohabita durante mucho tiempo son únicamente el resultado de su microbioma similar.