Cómo atender tu apatía en el trabajo

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Si bien tratar de salir de la apatía puede ser difícil, es importante para tu bienestar. La apatía en el trabajo no solo afecta tu propio estado de ánimo, sino que también puede afectar a quienes te rodean, puede seguirte a casa y puede ser contagioso. Que no te importe lo que haces durante ocho horas al día puede reducir tus niveles de energía en todas las esferas de su vida.

Si un día te presentas como un colega solidario y al siguiente eres indiferente, las personas que te rodean pueden comenzar a cuestionarse si ellos mismos han hecho algo mal. Pueden comenzar a cuestionar sus comportamientos y sentirse inseguros, lo que puede afectar su propio desempeño laboral.

1. Asegúrate de que no sea agotamiento

Muchos aspectos del agotamiento parecen apatía. La despersonalización, la reducción de los logros personales y el cinismo son tres de los cuatro aspectos del agotamiento.

Si tu apatía es agotamiento, necesitas tomarte un tiempo para recuperarte. Al igual que te pondrías un yeso en la pierna si estuviera rota, debes retirarte por completo de lo que está causando el problema. Las vacaciones, la discapacidad a corto plazo o la licencia sin goce de sueldo son algunas de las posibles opciones.

2. Revisa que no sea depresión.

La apatía también puede ser un síntoma de depresión. Perder tus niveles de energía e interés puede ser una indicación. Examina cuánto tiempo ha estado presente tu apatía. Si han pasado al menos seis semanas, piensa en otros síntomas de depresión que puedas tener. Por ejemplo, ¿ha habido un cambio en tus hábitos alimenticios y/o de sueño? Consulta información al respecto y si los síntomas se parecen a tu situación, busca un proveedor de atención de la salud mental. (Puedes encontrar uno cerca de ti en el directorio de Psychology Today).

Atiende la apatía en la habitación

Si ni el agotamiento ni la depresión aplican, es hora de tratar de averiguar qué es lo que te desconectó en primer lugar. Una vez que identifiques su causa, puedes crear un plan de acción. Aquí hay algunas razones comunes para la apatía y posibles planes de acción:

• ¿Aburrido de la rutina? Cambia tu horario ya sea en el trabajo o antes o después del trabajo.
• ¿Sin reconocimiento? Pide retroalimentación o encuentra a alguien que esté entusiasmado con el trabajo.
• ¿No es desafiante? Encuentra proyectos de mejora continua.
• ¿Trabajando solo? Encuentra un foro en línea o un grupo de redes locales que puedan tomar el lugar de colegas.
• ¿Estancado en cuellos de botella? Construye mejores relaciones y/o procesos para ayudar a abordarlos.

Si todavía tienes dificultades para entender el por qué de la situación, a continuación hay algunas sugerencias sobre cómo reactivar tu estado de ánimo.

Vuelve a enamorarte de lo que te llevó a ese trabajo. Recuerda lo que te atrajo del trabajo inicialmente. O determina cuándo fue la última vez que amaste el trabajo. ¿Fue la marca de la empresa? ¿Fue la paga? ¿Fue el líder? Luego determina cómo volver a encender esa chispa. Reconstruye las conexiones o ajusta tu horario de trabajo para asegurarte de tener tiempo para trabajar en aquellas cosas que inicialmente te emocionaban.

Si lo que te atrajo ya no existe, o el período de la luna de miel ha terminado, trata de ver si hay una forma de solucionarlo. Si pensaste que te unirías a una empresa que valora la alta calidad pero no lo hace, solicita participar en cualquier proyecto de control o mejora de la calidad.

Encuentra un proyecto de pasión. Si es solo que el período de luna de miel ha terminado, es hora de encontrar un nuevo proyecto de pasión. Esto no tiene que ser la pasión de tu vida, pero puede ser algo que te rejuvenezca en lugar de agotarte. Por ejemplo, si te gusta la resolución rápida de problemas, inclínate por los correos electrónicos o las hojas de cálculo. Si te encanta pensar en nuevas ideas geniales, lee artículos fuera de tu área de especialización o encuéntrate con alguien fuera de tu departamento para intercambiar ideas sobre formas de facilitar el trabajo o generar una nueva iniciativa.

Rediseña tu trabajo. Si no tienes la oportunidad de emprender un proyecto de pasión completamente nuevo, hay formas en que puedes ajustar tu trabajo para que se adapte mejor a tu estilo. Hay cuatro formas generales en las que puedes hacer esto: encuentra herramientas y/o personas que te ayuden con tu trabajo, aumenta el tiempo dedicado al trabajo significativo y/o establece límites en torno al trabajo que te desmotiva. Por ejemplo, si sabes que eres una persona madrugadora, ocúpate de todas las tareas que te desagradan desde el principio para hacerlas más rápido y sin estorbos. Luego, por la tarde, puedes recuperar energías con las tareas que disfrutas.

Encuentra amigos. Como se mencionó anteriormente, es útil encontrar personas que puedan ayudarte con tu trabajo. Hacerte amigo de las personas que pueden ser el cuello de botella puede ayudarte a programar las tareas de manera diferente, ayudar a rediseñar el proceso o empatizar con las razones por las que existe el cuello de botella. Además, el simple hecho de tener un compañero de trabajo como apoyo es clave para un mayor bienestar. Será positivo que este amigo sea un buen oyente y que reconozca tu arduo trabajo. Evita a las personas que también sean apáticas o cínicas porque los sentimientos negativos son contagiosos y pueden convertir tu apatía en emociones más negativas.

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El trabajo debe ser un lugar donde te sientas desafiado a desarrollar tus capacidades, un lugar para construir camaradería y un lugar donde sientas que tienes un punto de vista que se escucha. Cuando estas tres cosas están en su lugar, no debería haber apatía. Descubrir por qué te sientes apático es el primer paso para encontrar satisfacción y, por lo tanto, pasión en tu carrera.