Adiós a los Lenguajes de amor

Siempre me he incomodado internamente cuando una pareja en mi oficina hacía referencia a sus "lenguajes del amorxx”. Entonces, fue con más que una pizca de placer que leí un artículo en The Washington Post que explicaba por qué los científicos son escépticos ante la teoría.

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¿Cómo podría ser un engaño?

¡Tanta gente a la que le sirvió! ¡Tantos libros vendidos! ¡Tantos millones de dólares cosechados! Debe ser real, ¿verdad? No. Esta idea forma parte de una larga lista de nociones falsas que surgieron de un trato con el diablo hecho entre la religión, por un lado, y la ciencia, por el otro.

Los lenguajes del amor explicados

Si no conoces el libro del pastor bautista Gary Chapman, Los 5 lenguajes del amor: El secreto del amor duradero, aquí tienes un desglose:

1. Hay cinco lenguajes de amor distintos (contacto físico, palabras de afirmación, obsequios, actos de servicio y tiempo de calidad).
2. Cada uno de nosotros tiene un lenguaje de amor primario y quizás uno secundario.
3. Aprender a hablar con fluidez el idioma de tu pareja es fundamental para la felicidad conyugal.

Nada de esto es útil

Las personas que son capaces de dar y recibir amor dominan los cinco idiomas, así como millones de otras formas en que las personas expresan el amor, como el apoyo silencioso, el trato mutuo con respeto, la defensa mutua e incluso el coqueteo sin tocarse. El problema con la idea de los cinco lenguajes del amor es que son conceptualmente tan vagos y amplios como consejos como “rata de ser amable”.

Otro problema

Otro problema con los cinco lenguajes del amor es que todos podemos imaginarnos conocer a alguien, enamorarnos y luego (¡hurra!) descubrir que ambos hablamos con fluidez “actos de servicio”. Pero la investigación citada en el artículo del Post indicó que las personas que reciben “expresiones de amor en cualquier forma” sienten más satisfacción en la relación.

Por esto funciona

Cuando las personas que son capaces de dar y recibir amor son tratadas de manera amorosa por alguien que las ama, se sienten (¡adivina!) amadas. La mayoría de nosotros podemos imaginar el corolario: ser tratado sin amor por alguien que no nos ama da como resultado que nos sintamos (¡no te lo esperas!) no amados. Pero ¿qué pasa con alguien que nos trata con amor, al menos a veces, pero que en realidad no nos ama? ¿No hemos estado todos en esa relación manipuladora en la que él o ella dice: “Oh cariño, sabes que te amo”, pero sabemos que el comentario se dice sólo para obtener algo?

Revísate

Algunos de nosotros nos engañamos fácilmente, especialmente cuando somos vulnerables. Esto sucede a menudo después de una ruptura o un divorcio, cuando nos sentimos solos y necesitados. Puede que no se dé el caso de que alguien se esté aprovechando de nosotros. Tal vez ellos también se sientan solos y necesitados y quieran tan desesperadamente a alguien que se engañen a sí mismos, ¡tal como lo hicimos nosotros! Y ahí estamos, años sumergidos en una relación que es profundamente insatisfactoria. En el consultorio del psicólogo, esta situación se desarrolla más o menos así:

P: ¿Crees que tu pareja realmente te ama?

R: Oh, sí.

P: ¿Cuánto tiempo hace que no te sientes realmente amado?

R: [largo silencio, seguido de lágrimas]

Esto es lo que necesitas hacer

Ya sea que estés en una relación comprometida o no, puedes reducir el ritmo y hacer un balance de la relación general haciendo las siguientes preguntas:

• “Si alguien más me tratara de esta manera, ¿lo toleraría?”
• “¿Disfruto la relación?”
• “¿Estoy feliz?”
• “¿Siento que me aman?”
• “¿Es así como quiero pasar mi vida, en esta relación, sintiéndome como me siento?”

Al responder estas preguntas, buscas en tu interior lo que sientes, en lugar de evaluar a la otra persona por lo que crees que siente.

La dura realidad

Esto nos lleva a una dura verdad: a veces somos nosotros. Es decir, a veces alguien nos ama pero no lo sentimos. ¡Esta bien! No sólo me resulta imposible controlar los sentimientos de otra persona, sino que tampoco puedo controlar los míos propios. Amo a quien amo y no amo a quien no amo.

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Adiós

Al final, no tenemos que aprender los cinco lenguajes del amor para tener una buena relación o descubrir qué está mal. Sabemos, mientras seamos humildes y dolorosamente honestos con nosotros mismos, cuándo nos sentimos amados y cuándo no. También sabemos cuándo ya no sentimos amor por otra persona y cuándo puede ser el momento de dejar una relación. El estándar en cualquier relación exitosa es que ambas personas sean igualmente capaces de dar y recibir amor no solo en cinco sino en todos los millones de formas posibles.