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Verificado por Psychology Today

Motivación

2 Ways to Motivate¿Tu hijo adulto está batallando? Dos maneras de motivarlo Your Struggling Adult Child

Tus acciones tienen un papel importante en ayudarle a tu hijo adulto a tomar acciones.

Con base en mis observaciones asesorando a padres de hijos adultos en Estados Unidos y el resto del mundo, esta pandemia ha exacerbado considerablemente las frustraciones ya existentes en las familias. ¿Eres uno de los muchos padres que se sienten frustrados y agotados porque sus hijos adultos están batallando, carecen de motivación y tienen actitudes autodestructivas?

Realmente lo entiendo. Escucho muchas historias de gran frustración sobre hijos adultos que se comportan de maneras negativas al:

  • Esperar, en lugar de apreciar verdaderamente, que sus padres subsidien el costo de un departamento, seguro de auto o colegiatura.
  • Culpar demasiado a la sociedad, o a ti, por sus problemas, incluso cuando tú haces todo lo posible por ayudarles a encontrar su lugar.
  • Decir que ayudarán a lavar los trastos o completar alguna otra tarea del hogar, para terminar por no hacerla.
  • No ser capaces de encontrar o mantener un empleo o estar en un empleo por debajo de sus capacidades.
  • No terminar su carrera.
  • Involucrarse y conformarse con parejas problemáticas (incluso abusivas).
  • Tener ambiciones encumbradas pero sin la persistencia para perseguirlas de manera práctica.
  • No ser capaces de poner su vida en orden pero siempre poder conseguir marihuana u otras drogas.

Qué no ayuda

Los siguientes tipos de interacciones crearán batallas de poder inútiles y emocionalmente reactivas con tu hijo adulto:

  • Inducir culpa. Una cosa es preguntar cómo se sentirían en tu lugar o el de alguien más en ciertas circunstancias. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los padres llevan esto al extremo e intentan hacer que su hijo adulto se sienta culpable debido a sus pensamientos, sentimientos o acciones. Los padres que usan la culpa para controlar a sus hijos corren el riesgo de alejarlos.
  • Morar en conflictos pasados. Una vez que se resuelve un problema o conflicto, o incluso cuando se pone de lado amigablemente, intenta no volver a arrojarlo en sus caras sin primero permitir espacio y tiempo. Los padres que mencionan y moran en los errores pasados de sus hijos les están enseñando a mantener resentimientos por largos periodos de tiempo.
  • Usar sarcasmo agudo. Usas el sarcasmo cuando dices cosas que no quieres decir e implicas lo opuesto a lo que estás diciendo con tu tono de voz. Un ejemplo sería decir algo como, “uy, mira que listo eres”, cuando tu hijo adulto toma una mala decisión. El uso del sarcasmo duele y se vuelve un obstáculo para los padres que están intentando comunicarse de manera efectiva.
  • Regañar. Los padres que les dicen invasivamente a sus hijos cómo resolver sus problemas podrían hacerles creer que no tienen control sobre sus propias vidas. Cuando los padres aparecen y le presentan a sus hijos adultos una disertación de cómo deberían hacer las cosas en lugar de dejarlos tener alguna opinión sobre cómo resolver sus problemas, están regañando. Si esto tiene algún efecto, será que los hijos hagan lo contrario a lo que quieres que hagan.
  • Amenazar. Las amenazas rara vez son efectivas. De hecho, con frecuencia hacen que los hijos adultos se sientan impotentes y resentidos. Las amenazas también provocan rebeldía, lo que lleva a una mayor escalada del conflicto.
  • Negar sentimientos. Cuando te digan cómo se sienten, es importante que no menosprecies estos sentimientos. Por ejemplo, si crees que tu hijo “no debería” sentirse triste sobre un rompimiento, es mejor no decirlo. En este caso, será mejor que digas algo como “sé que realmente valorabas esa relación, los rompimientos pueden ser muy difíciles”.

Todos estos comportamientos paternales pueden tener un impacto negativo en tu relación con tu hijo adulto. Es fácil decir, “simplemente ya no lo haré” y de todas formas caer en el patrón de repetir estos comportamientos. Pueden ocurrir deslices ocasionales, cuando esto suceda, resuélvelos con tu hijo. Pero, mejor aún, enfoquémonos en lo que puedes hacer contra lo que no puedes hacer.

Esto es lo que sí puedes hacer para ayudar a tu hijo adulto a sentirse más empoderado y motivado a hacer cambios positivos en sus vidas.

Qué sí ayuda

1. Señalar las cosas positivas. Nota y construye sobre las “islas de motivación”. Mientras más busques situaciones en las que tu hijo adulto muestra iniciativa, motivación y persistencia, más las verás. Como ejemplo separado, si sales a buscar un cierto modelo, color y tipo de coche hoy, ¿no es más probable que los notes cuando te cruces con ellos en el camino? Esto es por lo que se conoce como atención selectiva, o el proceso de enfocarte en una sola cosa e ignorar las demás.

Así que, mientras más veas la ropa que no guardó o los trastos que dejó en el lavabo, menos notarás que sacó la basura o incluso que se hizo cargo del jardín, o que se levantó más temprano de lo usual. No digo que ignores por completo la ropa o los trastos, o que deberías de hacer una fiesta cada que tu hijo o hija se levante a tiempo. No, solo intenta notar más las cosas buenas como que se levantó temprano y llamó a la universidad para volverse a inscribir. Esfuérzate por ver y reforzar las cosas buenas.

Solo ten en mente que nunca escucho a hijos adultos quejarse de sus padres que se toman el tiempo de entenderlos de verdad y de notar lo que hacen bien, incluso si en otras cosas parecen ser “flojos”.

2. Mantén la calma, sé firme y no controlador. Muchos clientes reportan que el enfoque de calma, firmeza y nada de control, como lo detallo en mi libro, 10 días para un hijo menos desafiante, les ayuda a aprender a sobrepasar las amenazas y las luchas de poder resultantes. Este enfoque ha resultado ser muy útil para manejar a hijos adultos para quienes es difícil tener una conversación constructiva. Después de todo, ¿no es esa la meta?

En resumen, este enfoque te ayuda a volverte un asesor emocional, no un padre molesto y antagonista a ojos del hijo adulto. Una muestra podría ser algo como: “entiendo que te moleste que te pida de nuevo que busques un trabajo. Seguiré intentando darte tu espacio. Me doy cuenta de que salir a buscar un trabajo puede ser abrumador. Al mismo tiempo, ambos sabemos que te sentirás mejor si tienes más independencia y estructura en tu vida. Solo quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte”.

Para más información, entra aquí.

A version of this article originally appeared in Inglés.

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Acerca de
Jeffrey Bernstein Ph.D.

El Dr. Jeffrey Bernstein, es psicólogo y autor de siete libros, entre ellos 10 Days to a Less Defiant Child.

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