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Un crescendo de estimulación y excitación sexual puede llevar a los hombres y a las mujeres a la liberación placentera de la tensión sexual conocida como orgasmo. A los orgasmos también se les conoce como "llegar al clímax" o "venirse". Durante el orgasmo, el corazón late más rápido, la presión sanguínea se eleva, la respiración se vuelve más pesada y veloz, y ocurren contracciones musculares en los genitales y con frecuencia en todo el cuerpo.
El orgasmo tiene muchos efectos psicológicos. Más notablemente, el orgasmo está asociado con la liberación en el cerebro del neurotransmisor dopamina, lo que facilita la experiencia de placer. Adicionalmente, el cerebro libera la hormona oxitocina, y refuerza los sentimientos de amor y cariño. Otros cambios neuroquímicos inducen alternaciones en la sensación de dolor, un estado de relajamiento y un humor positivo.
Para los hombres, es necesario tener un orgasmo para la concepción. Las contracciones musculares genitales resultan en la eyaculación o liberación de semen lleno de esperma saliente del pene que puede utilizarse para fertilizar el óvulo. Después de la eyaculación, los hombres requieren un periodo que va desde diez minutos hasta unas horas o incluso días para que les sea posible tener otro orgasmo.
La hormona testosterona está altamente activa en mejorar el deseo y excitación sexual masculinos. Cuando los niveles de testosterona de un hombre están bajos, es más difícil lograr un orgasmo. Una vez que se logra, el orgasmo masculino inunda al cerebro con neuroquímicos gratificantes que crean una experiencia placentera y mejoran los lazos de pareja.
Tanto los hombres como las mujeres pueden masturbarse para lograr un orgasmo. Hay diferentes tipos de orgasmos y, para las mujeres, los orgasmos que resultan del sexo oral suelen ser más satisfactorios. A pesar de las diferencias en la frecuencia para lograr el orgasmo, la experiencia subjetiva del orgasmo es igual para hombres y mujeres.
La mayoría de los hombres pueden llegar a un orgasmo a partir del coito. Contrario a la creencia popular, los hombres también desean juegos previos, a niveles similares a las mujeres. El juego previo incrementa su satisfacción con la relación y reduce la cantidad de problemas sexuales que experimentan los hombres, particularmente los hombres mayores.
Algunos hombres no pueden lograr o mantener una erección, no logran llegar al clímax, temen que sus genitales son muy pequeños o simplemente no están tan interesados en el sexo en primer lugar. Pueden experimentar impedimentos sexuales relacionados con la edad, algunaenfermedad o ciertos medicamentos que estén tomando. Estas dificultades con frecuencia no tienen nada que ver con su pareja o su satisfacción con la relación.
En las mujeres, el orgasmo no es necesario para la concepción, y no siempre acompaña a la excitación sexual. Las mujeres suelen tener problemas para lograr un orgasmo solo a través del coito. La masturbación y pasar más tiempo en los juegos previos puede incrementar considerablemente sus oportunidades de llegar al clímax, especialmente cuando se ponemás atención a la estimulación del clítoris.
El orgasmo femenino tiende a estar impulsado por excitación tanto física como psicológica. Con frecuencia, las mujeres pueden experimentar orgasmos simultáneos y múltiples dentro de un periodo corto de tiempo si continúan las actividades estimulantes. El sexo oral, la experimentación con fantasías y nuevas posiciones sexuales, y preguntarles lo que les gusta puede ayudar a que las mujeres lleguen al orgasmo.
En las mujeres, los nervios que inducen al orgasmo están ubicados en el clítoris, no la vagina, y como tal, rara vez llegan al orgasmo durante el sexo de penetración. Para las mujeres, más que para los hombres, la excitación sexual y el orgasmo son altamente dependientes del contexto, incluyendo factores de relación, la urgencia de las tareas del hogar y los sentimientos de autoestima.
Hay muchos factores que evitan que las mujeres disfruten de orgasmos, incluyendo incomodidad con sus cuerpos o genitales, reticencia a "devolver el favor" del sexo oral o que no se pase suficiente tiempo de calentamiento, y guiones sexuales anticuados que le dan prioridad al orgasmo masculino.
Algunas mujeres se sienten demasiado avergonzadas como para comunicar claramente lo que desean; como resultado, terminan por fingir un entusiasmo que no sienten, lo que solamente daña la intimidad en la relación a largo plazo. Las mujeres que son más vocales sobre lo que necesitan generalmente están más satisfechas con sus vidas sexuales.
Mientras que es posible disfrutar las actividades sexuales sin llegar al orgasmo, la dificultad para llegar o la incapacidad para experimentar un orgasmo puede volverse un problema para algunos individuos y sus parejas sexuales. Algunos hombres y mujeres tienen trastornos que dificultan el orgasmo, lo que causa vergüenza, frustración y angustia a la persona involucrada y a su pareja. Es importante recordar que los encuentros sexuales no siempre tienen que resultar en un orgasmo para ser satisfactorios. Muchos problemas con los orgasmos y sus efectos en relaciones, pueden resolverse con la ayuda de un profesional de la salud sexual.
Algunas investigaciones muestran que solo el 25 por ciento de las mujeres logran consistentemente un orgasmo durante el coito vaginal. Para los hombres, el índice está entre un 75 y un 95 por ciento. Tanto para hombres como para mujeres, el orgasmo usualmente se logra más rápido y consistentemente con la masturbación.
Los investigadores creen que los beneficios a la salud de los orgasmos incluyen no solamente un incremento en el flujo sanguíneo al cerebro y cuerpo, sino también la protección contra algunos tipos de cáncer y enfermedades del corazón. La actividad sexual que lleva al orgasmo también produce más oxitocina en el cuerpo, lo que puede promover la creación de lazos e intimidad entre las parejas.
Especialmente para las mujeres, el estrés y la ansiedad pueden contribuir a reducir el deseo sexual. Algunas mujeres pueden temer que sus parejas no disfruten de tener sexo con ellas, lo que puede hacerlas sentir incómodas y reducir su libido. Una mejor comunicación y cambios en la técnica pueden ayudar a resolver estos problemas.
