Skip to main content

Verificado por Psychology Today

Los niños con autismo pueden enfrentar una serie de desafíos en la escuela, desde mantener el ritmo en una clase agitada, formar relaciones con sus compañeros, hasta luchar contra la sobrecarga sensorial en el aula, el pasillo o la cafetería.

Los servicios de educación especial pueden frenar algunos de estos problemas. Actualmente casi todos los países han implementado leyes para la integración de personas con necesidades distintas de aprendizaje, los estudiantes con autismo pueden acceder a apoyo y servicios adaptados a sus necesidades individuales. Los padres pueden desempeñar un papel importante en la defensa de sus hijos a lo largo de este proceso.

¿Cómo puedo obtener servicios para mi hijo autista?

El primer paso es comunicarse con el distrito escolar o la escuela de tu hijo para programar una evaluación. Esto determinará si tu hijo es elegible para recibir educación especial y servicios relacionados. En México por ejemplo puedes acercarte a USAER (Unidades de Servicio y Apoyo a la Educación Regular) disponible en todos los estados. En Argentina existe esta red de información para personas en el espectro. En España puedes encontrar más información acá, donde se han ampliado becas de educación para personas con TEA, en Chile el Ministerio de Educación tiene un apartado para la educación especial. Te sugerimos visitar estos sitios para obtener la información pertinente en estos países o buscar iniciativas similares en otros lugares.

Un equipo para la educación especial puede incluir a los padres del niño, maestro, maestro de educación especial, un representante del distrito escolar y un terapeuta para evaluar los resultados. El grupo desarrollará un plan con objetivos y puntos de referencia concretos que se revisarán anualmente.

¿Qué es un programa de educación individualizado?

En algunos países con programas ya implementados para la educación especial, a los niños con autismo se les garantiza una educación gratuita y justa bajo las leyes de educación vigentes y les permite a los estudiantes recibir un programa de educación individualizado, que establece las metas académicas de un niño e incluye el apoyo que necesitan para alcanzar esas metas.

Esos servicios podrían implicar asistencia adicional en un aula típica, aprender de un maestro de educación especial, trabajar con un terapeuta, aprovechar tecnologías útiles o recibir adaptaciones como tiempo extra para las tareas.

¿Cómo puedo abogar por mi hijo autista en la escuela?

Aunque cada escuela es diferente, hay maneras de abogar por tu hijo en cualquier entorno. Házle saber al maestro que tu hijo tiene autismo compartiendo un resumen de su diagnóstico y un poco de información sobre sus fortalezas, debilidades y personalidad. Asegúrate de que la escuela tenga una sólida comprensión del autismo.

Cuando los estudiantes están separados en diferentes niveles, aboga por el nivel de habilidad de tu hijo en cursos específicos en lugar de consentir a las sugerencias de los maestros de que tu hijo debe estar automáticamente en un nivel inferior. Considera qué tecnologías pueden ayudar a tu hijo a consumir material y funcionar de forma independiente, como dispositivos para tomar notas.

Si tu hijo es intimidado, trabaja con la escuela para eliminar ese comportamiento. Explora una actividad después de la escuela en la que el niño esté realmente interesado, como una banda o un club de ajedrez, donde pueda practicar sus habilidades sociales y aprender a funcionar en un entorno grupal.

¿Qué información ayudaría al maestro de mi hijo? 

Los maestros pueden no estar familiarizados con cómo los estudiantes autistas experimentan el aula. Si tu hijo tiene un diagnóstico profesional, envía por correo electrónico un breve resumen al maestro de antemano. Si tu hijo tiene un alto funcionamiento, puede ser útil darle algunos consejos al maestro encargado de la educación general de tu hijo sobre el autismo.

Proporcionar una copia impresa o un sitio web con la tarea puede ser valioso, porque la multitarea es difícil para los niños con autismo. Es posible que no puedan escribir la tarea al mismo tiempo que el maestro la explica o conduce la lección.

Los niños con autismo toman las cosas literalmente. Por lo tanto, entregar instrucciones específicas (“pasa a la página 12 y comienza a leer el capítulo” en lugar de “pasa a la página 12”) puede ayudar al niño a mantenerse al día. Las transiciones son estresantes y abrumadoras para aquellos en el espectro debido a la sobrecarga sensorial. Dejar que el niño se vaya para su próxima clase unos minutos antes puede ayudarlo a sentirse establecido y concentrado para el próximo período. Integrar la pasión del niño en la lección, si el maestro es capaz, ayudaría a excitar e involucrar al niño.

¿Cómo pueden los maestros ayudar a los estudiantes con autismo?

Los maestros pueden mantener rutinas predecibles en el salón de clases. Pueden usar un lenguaje concreto y específico, ya que los niños con autismo perciben el lenguaje literalmente. Pueden incorporar imágenes en las lecciones para ayudar a los niños a procesar el material. También pueden conectarse con los padres de un estudiante para aprender consejos para trabajar con un niño en particular. La implementación de competencias de autismo generalizadas para los maestros aseguraría que cada educador esté equipado para servir a los estudiantes autistas.

Lecturas esenciales
Artículos Recientes